Sin Mujeres no hay democracia

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La temporada de elecciones es un tiempo y momento que deja muchos saldos. Alejarnos del determinismo es difícil, creer que tenemos la razón y que si no piensas igual que yo significa que estas en mi contra, es un fuerte estereotipo que tenemos que romper. Recuerdo mucho que convencer significa colonizar, no se trata de convencer a las personas si no de buscar una mejor forma de vida, una vida digna para todas.

Las mujeres hemos dado una lucha muy fuerte por ocupar los espacios públicos, por el derecho al voto en su momento, desde 1954 que se vio el efecto de esa lucha en México, hasta 2013 que se incluye la reforma constitucional de la paridad; ya que en la realidad, las mujeres ocupamos menos del 10% de las presidencias municipales, y uno de los indicadores de desarrollo humano es precisamente la participación política de las mujeres.

Las críticas a las mujeres en las instituciones me parece de reflexionar bastante, ya que también ha sido objeto de años de lucha que se creen instituciones que aborden las problemáticas que como mujeres vivimos día con día; Así como ocupar estos espacios institucionales.

También hemos buscado como movimiento feminista y amplio de mujeres el reconocimiento al trabajo de las mujeres y la inclusión en espacios considerados de "hombres".

Personalmente creo y reconozco a muchas mujeres que han dado una fuerte batalla para que se creen estas instituciones, y que persisten en la ocupación de estos espacios públicos.

Quisiera transformar de un plumazo todo el sistema heteropatriarcal, poner una bomba y que se borre de la memoria de cada persona lo inscrito y vivido como supremacía y dominación para todas las personas que vivimos la violencia estructural.

Creo que con quien gane esta elección esto no pasará, y no pasará porque es un cambio gradual que necesita de una fuerte articulación feminista y de mujeres, de fuertes mecanismos de participación ciudadana que en México no hemos logrado aún.

Mientras tanto en esta elección me inclino por las compañeras que he visto trabajar a pie y en la calle, con las que están resistiendo al sistema, quienes se arriesgaron a participar en esos partidos políticos de hombres y para hombres, y que han trabajado años y a las que no es que les dan "chance", si no que han luchado su espacio de participación política.

Me inclino por las compañeras que desde sus trincheras diarias en institutos de las mujeres, en centros de justicia para mujeres, en ministerios públicos, en la policía, en juzgados, están gestando poco a poco una género-transformación social.

Me inclino por las mujeres en los pueblos y comunidades, a las que les aprieta el hambre, la inseguridad, los problemas de salud, con las familias de las víctimas de tanta violencia, con las mujeres indígenas, con las presas por abortar, por las afromexicanas; con las mujeres que como mi hermana que sin importar la preparación no encuentran trabajo por tener una discapacidad; con las víctimas de tanto hostigamiento sexual en espacios laborales y escolares. Platico con todas, hablamos de las problemáticas que generan los hombres con afán de poder y dominio.

Y si voy a votar y lo haré por quienes reconozcan que las mujeres tenemos una agenda con propuestas, lo haré por quienes retomen nuestras necesidades y reconozcan nuestro derechos como humanas. Votaré por quienes no sometan el matrimonio igualitario, ni el derecho a la ILE a consulta. Yo si votaré y haré un voto crítico, un voto analizado. Todavía tengo un mal sabor de boca porque ningún partido consideró que fuera el mejor momento para ser representado por las mujeres.

Tengo un mal sabor de boca de pensar que las opciones se aliaron todas en frentes que suman derechas recalcitrantes o en su caso la opción hegemónica.

Votaré y seguiré trabajando con las mujeres y con las feministas porque nos necesitamos todas, más allá de este proceso electoral, nos seguiremos necesitando, porque con tristeza veo que quienes más se benefician y se seguirán beneficiando son los hombres, los hombres en el poder.

#SinMujeresNoHayDemocracia

 

 

Enma Obrador